Pedro el Grasa (Kike Pérez) es un delincuente más de un barrio peligroso cualquiera. Pasa los días financiando sus vicios a base de robos y trapicheos hasta que un infarto lo cambia todo. Cuando el doctor lo asusta asegurándole que debe cambiar radicalmente de hábitos para seguir vivo, Pedro se plantea si el trabajo que conlleva cambiar de vida le vale realmente la pena.