Catalina de Erauso causó sensación en su época. Ingresada desde niña en un convento, una noche huye para convertirse en Antonio de Erauso e irse a Las Américas para hacer fortuna como soldado. Vive, ama y mata como hombre hasta que vuelve a España, precedido de su fama, y es conocido con el apelativo de La Monja Alférez. Sus aventuras incluyen a Felipe IV y el Papa de Roma, de los cuales consiguió el permiso de usar su nombre de varón y poder vestir con ropa de hombre. Erauso escribió su propia biografía para perderse en el olvido de la historia y resurgir en el XIX.