Mademoiselle D'Eon vivió sus primeros 49 años siendo Chevalier D'Eon, o sea, Caballero de D'Eon, hasta que decidió adoptar su género femenino los últimos 33 años de su vida. Su figura es fundamental en la historia europea del XVIII y no por su identidad de género, sino por su papel en la diplomacia entre Francia e Inglaterra. Como mujer, reivindicó el papel de la mujer en el ejército, sin éxito, y eso que intentó crear un batallón de mujeres para ir a luchar en la Guerra de Independencia de EE.UU., ahí es nada. Como hombre, triunfó, pero como mujer sufrió en sus carnes el machismo imperante que acabó llevándola a la ruina. Muy triste, pero murió como ella quería, como mujer, aunque su voluntad no sería respetada después de muerta.