Para muchos, hablar de la homosexualidad de Truman Capote no es ninguna novedad, pero para otros tantos sí lo es, porque también a él se le ha borrado, fíjate tú qué cosas, la sexualidad y teniendo en cuenta que no se puede separar al autor de la obra, y él mismo tenía muy claro su compromiso con la literatura y cómo esta debía ser y era un reflejo de la sociedad, la realidad y el propio autor, hay que recordárselo a aquellos que sólo piensan en su producción como objeto independiente de la sexualidad del autor.