Álvaro Varela presidía el centro de estudiantes de Derecho de la Universidad de Chile cuando la Junta Militar tomó el poder en 1973. Tuvo que sortear la clandestinidad y olvidarse de su título de abogado luego de ser expulsado, pero su ímpetu lo llevó hasta la Vicaría de la Solidaridad para detener los horrores de la dictadura. 50 años después busca que la Universidad de Chile lo reintegre simbólicamente como integrante de su comunidad.