Antes que nada, perdón. No sabemos si fue el calor o la conjunción astral con la invitada , pero este programa es un auténtico delirio: anécdotas en clubs de sado berlineses, vida en comunidades alternativas, vacas asturianas, giros imprevisibles, ataques intensos de histeria y de mala hostia.. Y un largo etcétera en tu patio de vecinas de siempre. Unas vecinas bastante desmadradas.