El tren del oro nazi “Primavera de 1945. El que estaba llamado a ser el Reich de los mil años se desmorona como un castillo de naipes. En el frente del este, las tropas del ejército rojo avanzan por Polonia como una marea imparable ante las que las SS poco o nada pueden hacer. Divisiones enteras huyen en desbandada y se desmantelan fábricas, laboratorios, almacenes y campos de exterminio. Mientras tanto, el Danuto, un tren blindado, avanza a toda velocidad por los campos polacos. Armado hasta los dientes, su cargamento es alto secreto: probablemente lleva a bordo un alto tesoro de más de trescientas toneladas de oro y tal vez joyas, obras de arte, secretos tecnológicos y documentos comprometidos. Sin embargo, la línea del frente se deterioraba rápidamente y resultaba imposible que el tren y su cargamento llegaran a su destino en Alemania. No había más remedio que ocultarlo que ocultarlo en una de las decenas de instalaciones subterráneas secretas que se distribuían por los alrededores. La guerra finalizó y la existencia del tren y su misterioso cargamento fueron olvidados. Hasta ahora…” “Descubrimos que Franco y Salazar contribuyeron a que la guerra se prolongara con el wolframio. Vendían, a pesar que en 1943 Churchill y Eisenhower lo prohíben, el wolframio. Esa guerra se prolonga dos años porque los alemanes tienen el wolframio con el que se blindan las armas”, ha dicho Ramón J. Campo. “Suiza hace de país lavadora. Hay un documento sobre el acuerdo entre Suiza, Alemania, Portugal y España para que cien camiones que estén en Canfranc y Suiza trasbordando lingotes, obras de arte y lo que toque. Es decir, Suiza, con los camioneros que viven en Canfranc, reciben a través de los trenes el oro con los que van a pagar el wolfranio. Pero eso ocurre en Canfranc porque Franco estuvo cuando fue director de la academia militar y conocía perfectamente ese paso estratégico y no le podían atacar los aliados”, ha sentenciado.” Pánico