En 1998, un presunto intento de suicidio colectivo en la isla española de Tenerife conduce al arresto de Heide Fittkau y 30 de sus seguidores.
Al verse incapaz de demostrar sus intenciones, la policía deja libre a Fittkau, aunque los investigadores continúan vigilando sus actividades.
Los investigadores españoles visitan la Alemania natal de Fittkau para hallar pruebas que permitan condenarla.