La televisión comercial se vuelve insostenible económicamente y como consecuencia los actores reconocidos no son contratados para telenovelas y ahora son contratados extras para los papeles principales y los actores y demás famosos para telemercadeo (entre ellos Martín y Santiago), situación que ocasiona el fin de la televisión comercial, cumpliéndose así el sueño de Santiago de hacer televisión educativa y cultural.