Fue considerado el robo del siglo. Porque la afectada era una de las mujeres más ricas del planeta. Una madrugada de agosto de 2001, Jon Imanol Candela, el SAPO, entró en el bunker acorazado de la empresaria Esther Koplowitz para golpearle donde más le dolía: en su intimidad. Robó parte de su colección de arte: Goya, Brueguel, Sorolla.... cuadros valorados en miles de millones de pesetas.