Una reunión a las afueras de Madrid y un encargo muy concreto: "robar unos documentos y quemar el edificio". Un incendio que 18 años después seguía sin tener culpables. Hasta hoy. Jon Imanol Candela Sapieha confiesa delante de una cámara y con la frialdad de un psicópata, que el 12 de febrero de 2005 prendió fuego el edificio Windsor, en pleno corazón financiero de Madrid.