Mario Casas y su hermano Óscar nos cuentan cómo se colaron en un cine en el día del espectador para ver con público normal Mi Soledad tiene alas, el debut de Mario en la dirección. Su hermano pequeño entró en el proyecto temblando de miedo, y con razón. Mario le ha despojado de todas sus técnicas de interpretación para construir el personaje desde cero. Nos hablan de la familia Casas, donde el cine es el tema diario y de su madre, Heidi, la impulsora de la carrera de sus hijos. Para los dos Mi soledad tiene alas es un hito en el camino, y nunca volverán a ser los mismos.