Gloria Fuertes marcó, nos marcó la infancia a millones de personas. Y como todos saben, fue una especialista en gatos. El gato Pirracas y la gata Timotea, él de los tejados y ella de las azoteas; la gata Chundurata, que no había modo alguno de que se durmiera; o el famoso gato Garabato, ese gato astronauta que echaba de menos que no hubiera colinas en la Luna. Del mismo modo, y aunque parezca una obviedad de esas que tanto le gustaban a la poeta de los niños, el perro ladra, la vaca muge, el burro rebuzna y el gato… maúlla. Y esto no es todo. Podríamos continuar: el cerdo es omnívoro, la vaca es herbívora y el gato… carnívoro.