Seguramente, conocéis el club de Malas Madres. Una web de mujeres con mucho sueño, poco tiempo, alergia a la ñoñería... Que quieren desmitificar la maternidad y romper el mito de la madre perfect. A las madres se las ha juzgado siempre por las apariencias, como si ser buena madre consistiese siempre en parecerlo. Había que planchar las sábanas, tener el salón ordenado como un mausoleo, no salir nunca sin niños y llevarlos siempre relucientes. Si ignorar esas cosas era ser mala madre, debieron de pensar "lo somos". Tienen 150,000 seguidores en Instagram. Me gusta el club y me pone nostálgico, porque yo me crié con una mala madre pionera: la mía.