Cuando la intrigante Julia llega con su hijo al pequeño pueblo de Früschssen en el invierno de 1963, ninguno de los habitantes logra anticipar el gran impacto que la mujer y su retoño tendrán en sus plácidas vidas ancladas en la tradición. El Guay, el Raro y el Guapo nos deja entrever la relación que se genera entre dos mundos muy distintos, el de una madre soltera de ciudad que fuma y el de un pueblo de paletos que no fuman. ¿Se enterarán de que Julia trabaja para Phillip Morris? ¿Aceptarán empezar a fumar? Julia escupe alquitrán, pero así de primeras parece una mujer saludable. La clave la tiene su hijo.... ¡Déjate sorprender por este aburrido filme costumbrista pro-tabaco!