Los agentes van tras un vampiro que va chupando la sangre a chicas y termina secuestrando a un policía.
Mientras tanto, los problemas de Kevin hacen que Pope acepte un puesto en la embajada en Dinamarca.
Eva se verá contra las cuerdas cuando, tras el asesinato de una mujer a manos del falso vampiro, anuncia ante toda la prensa que han detenido al presunto autor de los ataques.