Una mujer religiosa deja a su hijo morir, caiendo desde un cuarto piso, mientras Lola acepta la realidad de la responsibilidades por matar a Bonet
Lola obtiene la libertad condicional después de haber disparado a Bonet, su violador, pero la agente deberá enfrentarse a un juicio que determinará si puede o no seguir ejerciendo su profesión tras los hechos.