Centro de todas las miradas, Sarah Jessica Parker es referente de la moda americana desde que su papel de Carrie Bradshaw en "Sexo en Nueva York", la catapultara al éxito. Sabe mezclar la alta costura y el vintage logrando looks atrevidos y eclécticos, rompiendo con los cánones establecidos. Con un estilo camaleónico, la actriz ha sabido acercar la moda al gran público.