El agua cubre más del 70% de la superficie del planeta y se comporta como el auténtico elixir que hace surgir la vida en todos sus rincones. El ciclo del agua marca los tiempos de la vida en la tierra. Un viaje sin fin en forma de nubes, lluvias, nieves, ríos o mares, creando paisajes y ecosistemas donde viven los seres más variados y sorprendentes.
Un velo de vapor envuelve el planeta. Esa fina capa queda retenida por las cordilleras, barreras infranqueables donde el agua se enfría y se condensa hasta precipitarse en forma de lluvia o nieve sobre las cumbres. Un bello escenario donde alimentarse de las más diversas maneras. En el atardecer primaveral, las laderas de las montañas se pintan de plata: son los arroyos que, brevemente, fluyen con un caudal escaso. El agua se va caldeando y se llena de algas, un hogar ideal para muchos animales.
Tras un largo recorrido, el río transforma el paisaje. En sus meandros abandonados se multiplican las especies. Sus aguas, ya tranquilas, acumulan infinidad de materia orgánica que atrae a numerosas especies. Un continuo trasiego lleno de ambiente de vida. Es la mejor representación de la cadena alimentaria: en la base, las pequeñas algas son la dieta de numerosos moluscos, insectos, crustáceos y peces. Éstos, a su vez, son pasto de mamíferos y aves. La cadena trófica en magníficas imágenes.
El agua es el disolvente universal. Se cuela por todas partes cincelando simas, cañones y cuevas. En ellas hacen su hogar extraños y misteriosos animales como insectos o crustáceos ciegos y albinos o los murciélagos, reyes de la oscuridad. El ingenio humano ha diseñado mecanismos para abastecerse de agua cuando ésta escasea. Acequias, canales, fuentes y pozos forman, con el paso del tiempo, un curioso ecosistema donde anidan aves y se crían peces y mamíferos.
La piel del agua es la frontera entre dos mundos. Las criaturas más extrañas viven adheridas a esta fina capa aprovechando la tensión superficial. Algunos animales se mueven por la superficie, otros, justo por debajo. Una despensa llena de manjares para los más despiertos. Con la llegada del invierno, el paisaje se convierte en un desierto helado. Los animales visten de blanco y se protegen de las bajas temperaturas en todo tipo de refugios. La aparente calma exterior oculta la vida que bulle bajo este frío manto.
La lluvia forma charcos y lagunas que se secan con la llegada del verano. En ese barro cuarteado late la vida. Peces y crustáceos esperan las primeras gotas para revivir. También se unen a la fiesta anfibios y numerosas aves. Con su ausencia o su presencia el agua marca la vida. El desierto, en apariencia yermo, es el ejemplo perfecto de la adaptación al medio de plantas y animales. El rocío, los excrementos, las semillas o los pinchos forman parte de los trucos más eficaces para vivir en este medio adverso.
La humedad copa el ambiente, el agua rebosa y más de la mitad de la lluvia vuelve a las nubes por la transpiración de las hojas. Es la selva, el reino verde, donde las plantas se superponen en mil capas y los animales se protegen vistiendo los colores más llamativos. En uno de los ecosistemas más fascinantes, el manglar, las raíces del mangle se extienden en el agua formando galerías donde se refugian todo tipo de seres, mientras que la copa es el territorio de aves y mamíferos.
Los estuarios proveen de alimento a millones de seres vivos. Peces, aves y crustáceos son atraídos por estos dominios. En la desembocadura de los ríos, la mezcla de agua dulce y salada crea un atractivo y variado cóctel, mientras que la presencia rítmica de las mareas es en gran parte responsable de atraer a tanta diversidad. Además del mar, existen lugares de aguas saladas donde las condiciones de vida son excepcionalmente duras. Se trata de las salinas y otros parajes de elevadísima salinidad. Aun así, un puñado de seres son capaces de vivir allí.
Arena y agua forman una buena combinación. Cuando baja la marea, despierta un microcosmos habitado por innumerables seres. Gusanos, pulgas y crustáceos se entierran buscando resquicios de humedad. Además, cada año, miles de tortugas llegan a las playas a desovar. Ola tras ola, el mar descarga parte de su inagotable energía. Las rocas soportan estoicamente sus formidables acometidas y, como trincheras, dan cobijo a una asombrosa comunidad de seres vivos a lo largo de todas las costas del planeta.
El mar esconde criaturas que desafían la imaginación. Es un mundo diferente y misterioso. ¿Qué hay en el fondo? Una comunidad de residentes especialmente adaptados a la vida en las profundidades se ha establecido en el lugar donde el mar oculta muchos de sus secretos mejor guardados. El azote de las olas ha moldeado un paisaje que sirve como refugio a muchas aves que aprovechan la cercanía del agua para pescar. La base de los acantilados, donde prosperan grandes colonias de crustáceos y moluscos, resulta un lugar idóneo para esconderse de los depredadores.
Los corales son un reflejo de la pureza del agua, y de ella depende la perfecta simbiosis que mantienen con las algas que les dan sus bellos colores. En el fondo de las cálidas aguas marinas forman arrecifes, que se alzan como ciudades. Mantas, tiburones y un sinfín de peces se suceden en uno de los ecosistemas más diversos de la Tierra. El mar cubre tres cuartas partes del globo terrestre. En los océanos se originó la vida y en ellos conviven desde los seres más diminutos hasta los más colosales, en una relación de simbiosis global y en circulación continua.
El agua concentra una ingente cantidad de vida en nuestro planeta. Sin embargo, muchas especies están en peligro de desaparecer por causas muy diversas, pero relacionadas con la intervención humana. Los científicos disponen de multitud de datos que apuntan a un cambio climático en la Tierra. El sobrecalentamiento de la atmósfera actúa sobre el ciclo del agua, que a su vez tiene un impacto directo en los seres vivos de todo el planeta.
Pese a ser imprescindible para la vida, el agua está en peligro. Las voces hablan de la contaminación de los ríos, la sobrepesca en los mares o el mal uso de las reservas de agua dulce, factores que amenazan la existencia misma de la biodiversidad de la Tierra. Y de cómo defenderla y conservarla para las generaciones futuras. La naturaleza esconde muchos secretos; El agua en el planeta” también. Descubra cómo se han obtenido algunas de las imágenes más ¡mpactantes, la técnica para grabar algunas especies y los retos y aventuras que ha vivido el equipo.