Artificial Intelligence makes art, knows more than many humans and works faster than they do. But will people accept AI-controlled social robots working in the service industry or entertaining those in need of care? What does a robot need to have to be accepted as a social partner by a human being? Does it need a face? Should the machine understand -- or even show -- emotions? The psychologist, neurologist and philosopher Agnieszka Wykowska, currently researching at the Italian Institute of Technology in Genoa, says: "We tend to humanize everything. We even see faces in car hoods. This is further reinforced whenever a robot demonstrates humanlike behavior.”
La inteligencia artificial crea arte, sabe más que muchas personas y trabaja más rápido que ellas. Pero, ¿aceptará la gente robots controlados por IA que sirvan como trabajadores de servicios o entretengan a quienes necesiten atención? ¿Qué debe tener un robot para que la gente esté dispuesta a aceptarlo como compañero social? ¿Necesita un rostro, o es preciso que la máquina pueda comprender o incluso mostrar emociones? La psicóloga, neurocientífica y filósofa Agnieszka Wykowska, investigadora del Instituto Italiano de Tecnología de Génova, dice: "Tendemos a humanizarlo todo. Incluso vemos rostros en la parte delantera de los coches. Esto se intensifica cuando un robot exhibe un comportamiento similar al humano”.