A nadie sorprenderá que Disney, en sus pelis, ha pecado de white supremacy. Hasta finales del siglo XX no tuvimos a las primeras princesas no-blancas, por ejemplo. Hoy analizamos el pasado Disney y las películas que ha hecho con un contenido racista muy turbio. Pero gracias a Dios la sociedad evoluciona y la compañía se está actualizando y corrigiendo los errores de su pasado.