¿Te imaginas trabajar sin cobrar y después ganar un Premio Nobel por ese mismo trabajo? Esta es la historia de Maria Goeppert Mayer. La premio Nobel que hacía ciencia por el placer de hacerla… aunque si el mundo de mitad del siglo XX hubiera sido diferente, tal vez habría podido cobrar igual que sus compañeros masculinos durante los más de 30 años de investigaciones que la llevaron a conseguir el más preciado galardón.