Rabia, impotencia, lágrimas, felicidad y reconciliación. Todo esto se vivió en la última prueba de Salvación. Las reglas cambian tras la desaparición de los Antioqueños y ahora la Muerte solo tiene cupo para una persona de cada región, lo que ocasiona peleas y más de una lágrima.
Rabia, impotencia, lágrimas, felicidad y reconciliación. Todo esto se vivió en la última prueba de Salvación. Las reglas cambian tras la desaparición de los Antioqueños y ahora la Muerte solo tiene cupo para una persona de cada región, lo que ocasiona peleas y más de una lágrima.