El cuarto hijo de Ramsés II, Khamwaset, fue un príncipe muy especial. Contamos con mucha información sobre él. Sumo sacerdote del templo de Ptah, gobernador de Menfis y, sobre todo, por lo que ha trascendido a la historia, el primer egiptólogo. Sí, suena extraño, pero él fue el primero en restaurar y rehabilitar antiguos monumentos que sus ancestros habían levantado miles de años antes que su padre. Sabemos que restauró la Gran Pirámide, la pirámide de Unas, etc. Además, su fama como hombre sabio trascendió su época, el siglo XIII a.C. y lo vemos protagonizando cuentos mágicos en época grecorromana.