Justo cuando estábamos a punto de cerrar esta historia… Llegó el expediente que Bego había pedido al Ministerio del Interior. Ese expediente que, pensábamos, podría ayudarnos a entender cómo se había tratado el caso de su hermana. Pero ese expediente contenía algo más: la prueba de que, antes de aquella nota al pie, sus padres habían intentado que alguien los escuchara. Por eso este epílogo.