En los siglos XIV y XV, los príncipes y grandes nobles solían organizar espléndidos festines para exhibir todo su poder. Los banquetes eran un momento esencial de la vida social de las clases elevadas y Toda ocasión era buena para celebrar un gran festín cortesano. Copiosos, concurridos, lujosos, amenizados con toda clase de diversiones, eran fiestas espléndidas.