Yara Gambirasio tenía 13 años cuando desapareció camino de su casa en Brembate di Sopra, Italia, en 2010. No hay testigos de lo ocurrido, su teléfono se apagó y no hubo forma de saber quién se la había llevado o con quién se había ido. Una investigación que requirió de mucha ciencia para poder resolver el enigma.