El veneno ha sido el arma perfecta durante muchos siglos. Un asesino insidioso y silencioso que ha cambiado el curso de la historia en muchas ocasiones. También han muerto bajo sus efectos maridos, hijos, amantes y cualquier persona que "estorbara" a la asesina. Sí, asesina, porque el veneno ha sido y sigue siendo un arma de mujer. Incluso, hubo envenenadoras profesionales, que hicieron de la muerte de los demás su modus vivendi. Esta es la historia de algunas envenenadoras y de como el envenenamiento dejó de ser el crimen perfecto a partir de 1840, año en el que nace la toxicología forense.