El crimen de Níjar sacudió a la sociedad de 1928. ¡Menudo drama para una boda que se iba a celebrar a las tres de la mañana! Tanto impactó a Federico García Lorca que lo convirtió en su obra Bodas de sangre. Y Carmen de Burgos le dio otro final, un final feliz, en su novela Puñal de claveles.