Una noche de verano de 1888 la calle Fuencarral se llena de humo. Corren a la casa que arde y encuentran a un bulldog drogado, una criada tirada en el suelo y una marquesa muerta y achicharrada. Empiezan las pesquisas y todo huele a chamusquina. ¿Quién ha matado a la marquesa? ¿La criada que entró a trabajar hace solo cinco días? ¿Algún desalmado que quería robar? ¿O el mismísimo hijo de la marquesa, ese sinvergüenza al que llaman «Pollo Varela»?