Félix, en plena promoción de su libro, acude a una tertulia literaria en televisión. El presentador y el contertulio se muestran punzantes con su libro y Félix se siente atacado. Más tarde, pierde un poco los papeles cuando descubre que el presentador no ha leído su novela. Andrea le sugiere que debe cambiar su imagen. Lo primer es variar su forma de vestir para la presentación del libro. Félix intenta hablar con Andrea del beso que se dieron, pero la editora quiere que sólo se centre en el lanzamiento de la novela. Félix cree que no le interesa ni como escritor ni como pareja, y decide no ir a la presentación. Sin embargo, Marisa le aconseja acudir. Félix aparece en la fiesta y triunfa ante la prensa. Más tarde, Andrea le aclara que su frialdad se debía a que tenía que separar trabajo y vida privada. Andrea y Félix pasan por primera vez la noche juntos. Al día siguiente, Marisa, hundida por el tema de la paternidad de Eloy, se desahoga con Félix y se abrazan. Ella confunde el gesto y le besa. Félix, cohibido, se aparta y le confiesa que Andrea y él están juntos. Alfredo declara ante el juez por la custodia de Bego. Pero tras la visa sale muy desanimado. Su abogada le aconseja pedir un nuevo examen psiquiátrico para Diana. Alfredo, desesperado, acepta. Cuando ella se entera, va a su casa totalmente fuera de sí. Le acusa de haber hundido su vida y de querer hacer lo mismo con la de su hija. Al ver su histeria, Alfredo se convence de que el dictamen psiquiátrico confirmará que su ex mujer no está bien. Además no permite a Bego ir a casa de su madre. La niña se enfada con él por contar con su opinión. Por la tarde, Silvia trae malas noticias: Diana ha pasado el examen psiquiátrico y además ha pedido que Bego declare. Alfredo se hunde. En el Azcona hay una campaña para concienciar a los jóvenes de la importancia de donar sangre. Nuria explica a los niños que se trata de un acto de amor hacia los demás. Lolo se lo toma al pie de