El estado de Oklahoma, en el corazón de Estados Unidos, es el que más tornados registra por kilómetro cuadrado al año. Situado en pleno centro del callejón de los tornados, que se extiende desde el sur de Canadá hasta el Golfo de México, es el lugar idóneo para que se junte el aire húmedo que llega desde el Golfo con aire más frío y seco procedente del norte.