La policía recomienda a Lucía que extreme sus precauciones para evitar otro susto indeseado del misterioso acosador que le ha llenado la casa de flores. Lo principal es que evite las citas con extraños. Indignada, Lucía no quiere poner su vida patas arriba pero el agente Alonso le hace ver que no es un juego y que debe andarse con ojo.