Cuando Lucía descubre que el trabajo de Rosauro en realidad es de transformista, las dudas acerca de la sexualidad de su chico empiezan a asaltarla. Lolo y Miguel echan leña al fuego, y dan por hecho que el chico es gay. Sin embargo, Rosauro intentará demostrar a Lucía que debe dejar de lado sus prejuicios.