Para darle un carácter especial a este capítulo 100, Telecinco ha querido dotar a la trama principal de una veracidad aún mayor de lo habitual, desarrollándose en una hora real. Este tiempo será seguido a través de un reloj instalado en la bomba pegada al cuerpo del personaje interpretado por Jorge Sanz, quien pretende inmolarse para conseguir una operación para su hijo enfermo.
Además Elisa ha dejado a su hija en la guardería del Central porque está enferma. Cuando va a visitarla, se encuentra con Pablo, un hombre que le solicita hablar con el director y que está esposado a su hija y a otro niño. Como Dávila está en un congreso, Aimé se hace pasar por el director.
Por otro lado, un helicóptero sobrevuela un mercadillo grabando un video del Ayuntamiento. El cámara resbala y cae. El piloto, asustado, pierde el control y el helicóptero acaba estrellándose contra el mercado. Lino, el piloto, sufre de un neumotórax y no puede respirar. Artemio, un profesor de instituto que estudió medicina, le practica una incisión con una navaja. Le salva la vida, pero le daña gravemente el hígado. El piloto ha caído en una azotea y no puede moverse ni pedir auxilio. El accidente ha afectado también a Basilio, un vendedor del mercadillo al que Fran y Eva deben operar en la calle, la ayuda de Artemio en el plano teórico llega a ser muy útil.