Las investigaciones judiciales estiman que unos 30.000 niños fueron arrebatados de manos de sus madres biológicas durante el franquismo. Los bebés eran robados y entregados a familias afines al régimen, una práctica que evolucionó hasta convertirse en una mafia. Las pesquisas de familiares apuntan hacia varias clínicas de Madrid donde, hasta casi la década de los 80, se generó un auténtico tráfico de recién nacidos. Hoy exponen su caso, en la carnicería, tres adoptados -ya adultos- que luchan desde hace tiempo por conocer sus orígenes.