Bilal, Nabil y Sadik son chicos inmigrantes. Vienen de Marruecos y de Ghana. Cada uno tiene detrás una historia de huida, de búsqueda de un futuro mejor. Viven en pisos tutelados por la ONG Mensajeros de la Paz. Bilal fue el primer menos inmigrante al que la justicia española reconoció una repatración sin garantías.