Con dos millones de habitantes y 1.381 kilómetros cuadrados, la región comprendida por Lisboa y sus alrededores es conocida en Portugal como “La Gran Lisboa”. Un área que engloba lugares tan variados y pintorescos como Cascais, Estoril, Carcavelos, la PenInsula de Troia, Setùbal, la Sierra de la Arrábida o la propia ciudad de Lisboa construida a las orillas de la brisa atlántica del Tajo. Al sur del Tajo está Costa de Caparica, una franja arenosa de unos 30 km de largo en los que bañistas y horizonte se pierden de vista. Gracias al tamaño de las playas, aún cuando los parking se llenan de coches y los chiringuitos suenan a familias ansiosas de un chapuzón y un buen pescado. En Caparica, como dice Esther: "siempre hay sitio de sobra para poner la toalla y no estar agobiado". Esta Vallisoletana lleva más de 12 años viviendo en Lisboa, casada con un amante de las bicis, nos demuestran que una de las mejores maneras de llegar a la playa es montarse en una bici y recorrer los 10 km que separan la capital de Portugal de un paisaje que según Didier, "es el paraíso". Pero Caparica no sólo es arena, tumbona y baño. Cuando cae la tarde pescadores, curiosos y gaviotas se acercan hasta la orilla. Cada uno ocupa su lugar para vivir el espectáculo tradicional y espectacularmente bello de la pesca de arrastre. Antiguo sitio de recreo y exilio de las monarquías europeas. Estoril y Cascais forman un conjunto de aproximadamente 200.000 habitantes en la llamada "costa azul atlántica", al oeste de Lisboa. En Estoril, precisamente, residió durante años Don Juan de Borbón. Desde entonces las calles, casas y lugareños guardan el recuerdo de la Familia Real Española. Uno de los negocios que mejor conservan la esencia de lo que antaño fueron estas dos villas es la heladería Santini, que desde 1949 lleva haciendo felices a nobles y a plebeyos de todas las edades. El secreto de su éxito: calidad, esfuerzo, cariño y "no compartir el secreto de la r