En las escaleras de la Plaza de España se reúnen viajeros de todo el mundo, justo donde en el cine la estrella Audrey Hepburn comenzaba sus "Vacaciones en Roma". Las huellas del antiguo Imperio Romano hechizan a los extranjeros desde hace siglos. Vincenzo es guía y actor, la mezcla perfecta para descubrir los secretos del Coliseo y el antiguo Foro Romano. Pero la vida hoy en Roma, se desborda en cada calle. En el mercado más antiguo, el del Campo de las Flores, donde plantas y frutas llenan de color una de las plazas más antiguas del corazón de Roma. Y los domingos en Porta Portese, el mayor mercado de la ciudad, lleno de sorpresas y ofertas de segunda mano. La Fontana de Trevi se llena de monedas con deseos. Junto al Panteón los músicos callejeros. Las orillas del Río Tíber. Los rincones del Barrio Judío. El Parque de Villa Borghese. Los artistas de la Plaza Navona. Como aconseja Sandra, orgullosa romana: "hay que traer zapatos cómodos y los ojos muy despiertos". Subimos al tranvía, recorremos la ciudad en moto y ante todo callejeamos porque como insisten todos "lo mejor en Roma es perderse por sus calles sin mapa". "El amor y Roma es una combinación perfecta", afirma Lucía, estudiante Erasmus, desde el Puente Milvio, famoso por sus candados de enamorados que siguen los pasos de las novelas multiventas de Federico Moccia. El paraíso en la tierra para muchos es también la puerta al cielo de los católicos. El Vaticano es el Estado más pequeño y el más influyente del mundo; lo recorremos con Juan Antonio, un sacerdote agustino con quien compartimos la imagen más buscada, la del saludo del Papa. "A pesar de lo que dicen llena más la Plaza de San Pedro Benedicto XVI que Juan Pablo II". Trastevere es el barrio con más sabor, "el más popular y ahora el más bohemio y de moda", nos aclara Pietro, artista y vecino con quien conocemos los comercios más simbólicos y sus personajes más pintorescos. Hasta un hotel de lujo instala