La vida jesuita de Jorge comienza de manera inesperada y su vocación religiosa enfrenta cada vez mas obstáculos a medida que se profundiza la división en el país.
Las desapariciones crecen de manera sigilosa pero constante y Jorge pierde amigos cercanos, a la vez que enfrenta una crisis entre consciencia y deber.
Jorge sufre muchas pérdidas antes de viajar a Alemania, donde una experiencia religiosa lo ayuda a sanar. Finalmente, le ofrecen un nuevo lugar en el clero de su patria.
Jorge hace de intermediario entre el Gobierno y los grupos armados. Luego, años más tarde y a punto de retirarse de la vida pública, abdica el papa Benedicto XVI.