Gaviota y Sebastián quedan flechados al verse en los cafetales, pero ahí está Lucía, su novia en NY, con quien tiene una relación conflictiva de ida y vuelta.
Sebastián no puede quitarle los ojos de encima a Gaviota, mientras Lucía propone ir a Colombia. El joven Vallejo está indeciso, volver a NY o quedarse a trabajar en la finca de su padre.
Sebastián no se imagina a Gaviota como parte de su familia, pero Marcela lo pone a pensar. La atracción le gana a la razón, va al bar, donde la saca a bailar. Iván se aferra al documento.
Sebastián aprovecha la velada con Gaviota y le pide perdón. Ella prefiere que no diga nada, le hace una advertencia y le pide respeto, aún, siendo su empleada. Aparece un rival para Vallejo.
Leonidas se acerca a Gaviota y Sebastián está como león cuidando a su presa. Teme perderla, le pide a Aurelio que lo mantenga al tanto. La boda de Lucrecia le cae a Lucía como anillo al dedo.
En Casablanca, la diferencia de clases está muy marcada, más cuando llega el novio de Marcela, Lemarcus. Sebastián defiende esa relación y está molesto por el rechazo de Iván y Julia.
Sebastián confirma que su amor por Gaviota no es un capricho y hacen planes. Lucía llega a Colombia y traga amargo, los desaires de Vallejo le hacen sospechar que tiene otra.
Lucía aprovecha un momento a solas con Sebastián para seducirlo, lo nota distinto. Marcela le da algunas pistas a Gaviota y ella toma la iniciativa de hablar de nuevo con Iván sobre el terreno.
Gaviota le pide a Iván “arreglar” de alguna forma el pago de la multa, ya que ella y su mamá, jamás podrían reunir el dinero para pagar el terreno. Él se aprovecha y la ataca como un lobo.
Sebastián se entera que Lucía vendrá a su cumpleaños, así que busca la excusa perfecta para “volar” lejos. Marcela es su confidente, mientras que su madre, Julia, se ofende.
Lucrecia, Lucía e Iván piensan en hacer caer a Sebastián, mientras él y Gaviota pasean, coquetean y hablan de amor eterno. La ex de Vallejo propone poner a la recolectora donde merece.
Sebastián quiere más que nunca a Gaviota en su vida, pero Lucía no se rinde, como sea volverá con él a NY. Paula confirma que su hermano tiene otra mujer y Julia hace una advertencia.
Cansado de ocultar sus sentimientos por Gaviota, Sebastián se arma de valor y prepara una sorpresa que dará en la boda de Lucrecia. Iván hace de las suyas, aunque no todos le creen.
Es el día de la boda de Iván y Lucrecia, todo está casi listo, pero la ceremonia no empieza. Un imprevisto debe resolverse de inmediato y Julia tiene algo importante que decirle a Sebastián.
Todas las miradas apuntan a Gaviota y Lucía arrastra a Sebastián a su lado. Julia siembra dudas en su hijo sobre las verdaderas intenciones de la recolectora al ocultar el “negocio”.
La ironía de Lucía no tiene límites, enfrenta a su rival, Gaviota, y propicia un escándalo en plena boda. La novia, Lucrecia, desata su ira con Carmenza y su hija explota al defenderla.
Por no haberla defendido lo suficiente en la boda, se desata una pelea entre Sebastián y Gaviota. Ahora, ella tiene un mal presentimiento, Lucía vuela con él a NY.
La policía trae novedades del secuestro de Octavio y Gaviota está involucrada, supuestamente, ella se aprovechó del buen corazón de su patrón. Julia le da una orden a Aurelio.
Lucía inventa un problema en su apartamento para mudarse con su ex. Sebastián desespera por saber qué pasa con Gaviota y le pide a Marcela que busque al preso, supuesto cómplice de su novia.
Gaviota quiere hablar con Sebastián cuanto antes, aunque teme cómo puede reaccionar. La Maracucha le aconseja que vaya a NY. Lucía le insiste a su ex que piense bien lo que le conviene.
Lucía gana terreno. Sebastián está confundido, mientras ella opina cuan “grave” es echarse encima a su familia, por una mujer como esa. A Gaviota le retumba en la cabeza la idea de ir a NY.
Gaviota quiere que su hijo crezca con su papá, pero aparecen muchas piedras en el camino, más de las que pudo imaginar, como mentir acerca de quién es para obtener una visa.
Sebastián se deshace en agradecimiento con Lucía por cuidarlo toda la noche. Aprovecha para decirle que nunca le fue infiel y nota que ella cambió. Gaviota hace fila para conseguir la visa.
Un viaje para desconectarse de los problemas, acerca a Sebastián y a Lucía, más de una semana juntos hace que afloren los sentimientos. Gaviota está en la fila de inmigración de EE.UU.
Gaviota se las ingenia para buscar, desesperadamente, la empresa de Sebastián. Nadie puede imaginar qué hace para tratar de encontrarlo, sin hablar inglés, sin dirección, ni número telefónico.
Lucía acusa a Gaviota, parece una mujer peligrosa, cómo pudo llegar a NY, quién sabe qué quiere realmente con Sebastián. La recolectora, con el corazón roto, sólo piensa en su regreso.
Sebastián tiene una corazonada, debe haber una explicación al viaje repentino de Gaviota. Mueve sus contactos, la reporta como persona perdida en NY y le pide a Aurelio que averigüe dónde está.
Gaviota podrá, tal vez, justificar a Sebastián en muchas cosas, pero hay una que jamás le perdonará. Vallejo pierde el foco y se derrumba. Lucía insiste en que esa mujer quiere acabar con él.
Con ayuda de Álvaro, el funcionario de la embajada, Sebastián se acerca mucho a Gaviota, le pasa un dato clave, solo tiene un par de semanas para ubicarla. Para ella, él “está muerto”.
Lucía, provocativa y seductora, prepara una cena de despedida para Sebastián, siguiendo un plan diseñado por su padre y para conseguir resultados, utiliza una copa de vino.
Lucía y Sebastián amanecen juntos y aunque él no recuerda nada, ella continúa con el plan. Gaviota, entusiasmada, anuncia que extiende la estadía en NY, una experiencia única en su vida.
Sebastián ya no puede más, hace un fuerte reclamo a Julia por arruinarle la vida a Gaviota y no darle el beneficio de la duda, antes que aceptarla como su mujer. Lucía recibe una buena noticia.
Sebastián cree haber visto a Gaviota junto a Diana, pero la complicidad gana la batalla y él siente que perdió la cabeza. Danilo pone a rodar una foto en Internet que no pasa desapercibida.
Sebastián va a pedirle perdón a Gaviota, mientras Lucía detecta algo irregular, ahora que sabe que su rival canta en el Café. Danilo se convierte en un aliado del joven enamorado.
Sebastián grita a los cuatro vientos, cuánto ama a Gaviota de una forma muy peculiar. Consigue información confidencial y se asegura que el anuncio toque el corazón del amor de su vida.
No será fácil para Sebastián recuperar a Gaviota, en especial cuando Leonidas los interrumpe y sube la temperatura. Lucía interviene el teléfono de Vallejo para monitorear sus movimientos.
Con la ubicación de Gaviota en sus manos, una prueba contundente y lágrimas en los ojos, Lucía tiene todo para decepcionarla de Sebastián y le tritura el corazón.
Sebastián busca a Gaviota, incrédulo, se resiste a oír la verdad. Leonidas es el punto de apoyo para ella, mientras Lucía desaparece sin dejar huella. Danilo y Diana guardan un secreto.
Una llamada a Sebastián lo lleva de emergencia a un centro asistencial y al llegar, Lucía tiene una sorpresa para darle. Eduardo está ahí para reclamar responsabilidad y mostrar desprecio.
Lucía da el siguiente paso, hace una denuncia que le garantice el camino libre junto a Sebastián. Leonidas tiene un consejo para darle a Vallejo, mientras Gaviota se reencuentra con los suyos.
El sueño de Lucía se cae a pedazos, mientras Gaviota empieza a construir el suyo, crear una cooperativa con sus amigas recolectoras y beneficiarse de su propio café. Leonidas ofrece una casa.
Las piezas no encajan. Sebastián le propone a Julia ir a NY para asimilar el desbarajuste de la familia: él no quiere casarse con Lucía, Bernardo está irreconocible y Marcela escapa a la finca.
Sebastián se encarga del café especial, pero no tiene idea del trabajo sucio de Iván, quién le reclama la “buena jugada” para quedarse con el 25% de la herencia. Gaviota reconoce una voz.
Marcela busca a Gaviota para hablar de Sebastián, pero ella se muerde la lengua. La nostalgia y la rabia están a flor de piel, deseosa de contárselo todo, casi rompe en llanto.
Sebastián saca conclusiones, cree que lo intentó todo y este podría ser el momento de resignarse, traga grueso al confirmar lo que sospechaba hace tiempo. Gaviota enfrenta a Wilson.
Ansiosa por convertirse en la abuela más feliz del mundo, Julia no puede proponerle una mejor idea a Lucía, sin importar lo que Sebastián opine. Eduardo se entera y brinda por la iniciativa.
Lucía se instala en casa de los Vallejo y no pierde las esperanzas de volver con Sebastián, con astucia prepara el escenario para que se dé. Gaviota va a su primera cita médica.
El momento ha llegado, aunque en circunstancias difíciles, y mientras Gaviota enfrenta la situación como puede, Lucía cuenta con todos los recursos. Julia descubre que se llevarán a su nieta.
Sebastián hace una pregunta que lo cambia todo, mientras Gaviota intenta sobrellevar la nostalgia. Leónidas tiene un encuentro inesperado en la clínica, se siente culpable por guardar silencio.
Gaviota sufre al recibir noticias sobre Sebastián, Leonidas se disculpa por no contarle. Lucía le da a Julia la buena noticia, confiesa que quiere resolver todo rápido y evitar contratiempos. La quiebra de los Sanclemente enciende las alarmas.
Gaviota se sincera con Leonidas, él no puede contenerse y juntos comienzan una nueva etapa. Un mensaje en el celular de Lucía siembra dudas, Sebastián pone una condición antes del matrimonio.
Una inesperada coincidencia reúne a Gaviota y Sebastián, él pide explicaciones y ella le cuenta todo, pero recibe un duro golpe. La evidencia confirma los dudosos manejos de Iván en la empresa.
Sebastián se confiesa con Gaviota, deja claro lo que siente, pero ella prefiere mantener la distancia. Lucía está preocupada y, con el apoyo de Julia, toma medidas para mantener el control.
La recuperación económica de Eduardo, mete a Lucía, su hija, en una encrucijada. Si no lo ayuda, podría perder para siempre su vida familiar con los Vallejo. Leonidas coquetea con Gaviota.
Leonidas quiere darle tiempo a Gaviota, pero está ansioso por avanzar en la relación. Lucía no confía en Sebastián y él intuye que ella es presionada por dinero. Arthur cita a Vallejo.
Sebastián consigue pruebas contra Iván y advierte sobre las malas relaciones que lo rodean. Julia no puede creer que el fantasma de Gaviota siga acechando a la familia.
Gaviota tiene una brillante idea para el homenaje a Don Octavio, necesita pedir permiso y no le queda otra opción que llamar a Sebastián. Iván busca a Lucrecia, desesperadamente.
Gaviota llega al pueblo y la mala fama le toca el alma. Aferrada a sus convicciones, insiste en saber por qué la acusaron. Una acalorada discusión podría cambiar el futuro de Café Élite.
Lucía muere de ganas por estar con Sebastián, mientras Leonidas toma un nuevo impulso con Gaviota, un beso parece ser el preámbulo de lo más deseado. Aurelio oye más de lo que debería.
Sin hablarle, ni mirar a los ojos a Gaviota, Leonidas toma la decisión más difícil. Julia facilita el camino para que Lucía consiga su objetivo, mantenerse al lado de Sebastián. Iván se quiebra.
Los empleados y excaficultores de Casablanca van al homenaje de Don Octavio y Lucía traga amargo. Julia está atónita e Iván suelta su veneno, mientras Martín lo seduce con jugosas inversiones.
Marcia le abre los ojos a Gaviota y le advierte que debe tener cuidado con su marido, Carlos Mario. Al principio no entiende, pronto descubre por qué ella y su madre fueron el objetivo.
Juntos en el gastrobar, Gaviota y Sebastián tienen mucho de qué hablar, la conclusión es impactante. Él le adelanta qué tiene en mente. Lucía lanza una amenaza que involucra a Sofía, la bebé.
La verdad siempre sale a la luz, Sebastián se da con la frente contra ella y los reclamos no se hacen esperar. Lucía pasa la página y Gaviota espera el próximo golpe de su rival.
El grupo de sangre de Sofía revela mucho más que una infección, en la sala de emergencia. Ahora, Eduardo y Lucía necesitan contar con el silencio de la profesional que atiende a la bebé.
A Lucía le queda grande ser mamá, no es la más experta y no se siente capaz de cuidar sola a Sofía. Discute con Sebastián sobre el futuro de la relación y el argumento la pone en ebullición.
Sebastián causa revuelo al decir la verdad. Ahora, Julia enfrenta la realidad, alude astucia y dobles intenciones para sacar ventaja de las circunstancias. Carmenza saca las garras.
Sebastián y Gaviota están juntos y lo que parece un nuevo comienzo provoca un escándalo. Surgen insultos y provocaciones que nadie puede controlar.
Lucía e Iván desaparecen y el tema de conversación es nada menos que el sexo. Sebastián le implora a Julia que no vaya a casa de Gaviota, lo que la pone de mal humor.
Un contenedor con Café Dos Semillas, retenido en España, le da a Lucía todas las pistas, enfrenta a Iván y lo chantajea, le pide más que piropos o efectivo a cambio de su silencio.
No puede seguir siendo su cómplice, Julia presiona a Lucía para que le diga la verdad a Sebastián. Mientras, él debe averiguar de dónde Iván saca el café para engañar a sus clientes.
Sebastián va a la finca sin avisarle a Lucía, saca a bailar a Gaviota y rompen sus promesas. Leonidas nota que la felicidad de Gaviota brota por los poros y él confiesa que está entusiasmado.
Lucía es dueña de la verdad y lo que sabe le sirve para chantajear a Julia, que acaba de encontrar toda la evidencia en contra de su padre. El matrimonio de Paula es solo un compás de espera.
Todo está listo para la boda de Paula y Martín, pero el cazafortunas tiene otro plan. Estar tan cerca de un estafador trae consecuencias, Sebastián teme demandas millonarias.
Lucía necesita que Iván le pague “la deuda” pendiente; estafado, no tiene cómo pagarle, acuerdan morir callados y enfocarse en que el único que firma los papeles de exportación es Sebastián.
Los trapos sucios de Iván quedan al descubierto, no solo son deudas lo que reclama Carlos Mario. Lucía, como su cómplice, rueda cuesta abajo, Julia se encarga de hundirla hasta el fondo.
Lucía corre a tocarle la puerta a Iván, juntos diseñan una nueva estrategia contra Sebastián. Julia da una vuelta de timón, Carmenza y Gaviota piden que repita lo que acaba de decir.
Es una fecha muy significativa para Gaviota y lo será aún más, a partir del próximo mes de Octubre. Iván vuelca toda la atención sobre Sebastián, como el único responsable, frente a la prensa.
Café Élite tiene los días contados. Sebastián enfrenta a Iván con todas las maniobras, el lavado de dinero y el uso de las cuentas con objetivos ilícitos. Sabotean el proyecto de Gaviota.
El testimonio de Iván contra Sebastián sale en los medios, la crisis de los Vallejo se agudiza. Aurelio no encuentra la forma de calmar a los recolectores en Casablanca. La Fiscalía actúa.
Julia convoca a Gaviota y a Carmenza, Israel las acompaña para garantizar que lo que están a punto de recibir es legal. Iván llega a la finca a hacerse cargo, pero es un poco tarde.
Para huir de la finca de Carlos Mario, hay que deshacerse del grillete que Marcia tiene en el tobillo, Margarita es el anzuelo. Gaviota piensa en doblegar, nada menos que a Iván.
Gaviota se aferra a la única testigo, si cuenta la verdad, Sebastián quedaría libre, pero Marcia teme por su vida. Tienen una carta para enterrar a Carlos Mario en prisión.
El video grabado por Marcia no es suficiente para probar la inocencia de Sebastián, por eso, Gaviota debe convencerla para que declare en la Fiscalía. Iván causa un torbellino en la finca.
Llega el momento de la audiencia para la imputación de cargos contra Sebastián. Gaviota debe hallar una prueba irrefutable, antes de que el padre de su hijo pague entre 10 y 30 años de prisión.
La voluntad de Don Octavio no se cumple. Gaviota no acepta el 25% de la herencia para Fernando y propone otro destino. Café Rojo llega a las grandes ligas, se posiciona en el exterior.
El que obra bien, le va bien. Julia le da una gratificante sorpresa a Gaviota y a Carmenza. El descaro de Iván no tiene límites, pues le pide a Julia el 25% de la herencia. Julia le cuenta a Gaviota que Sebastián está detenido. Ella tomará cartas sobre el asunto y le hace una fuerte advertencia a Iván.
Sebastián (William Levy) recibe una sorpresiva visita que le alegrá la vida. Iván (Diego Cadavid) trata de asfixiar a Fernando, pero para su mala suerte, llega Julia (Luces Velásquez) y le pide que se vaya inmediatamente. Gaviota (Laura Londoño) trata de convencer a Wilsonde que escape junto a Marcia.
Lucrecia (Mabel Moreno) se sigue enterando de las jugadas sucias de Lucía (Carmen Villalobos) y le pide que recapacite. Marcia (Catherine Escobar) es la última esperanza para que Sebastián (William Levy) quede en libertad. Iván (Diego Cadavid) sigue haciendo de las suyas. Bernardo se entera de que su hermano vendió la cosecha del café.
Se le está acabando el reinado a Iván (Diego Cadavid). Lucía (Carmen Vilallobos) le da la espalda y tendrá que asistir a una citación. Cuando pensaba que todo estaba echado a perder, a Gaviota (Laura Londoño) le vuelvel el alma al cuerpo, pues Marcia (Catherine Escobar) colaborará con el caso de Sebastián (William Levy).
Gaviota (Laura Londoño) se la juega toda por la libertad de Sebastián (William Levy). Wilson testifica en contra de Iván (Diego Cadavid) y Carlos Mario (Ramiro Meneses). La verdad tarde o temprano sale a la luz. Sebastián queda en libertad. Iván, Carlos Mario y Pablo Emilio tendrán que pagar por sus malos actos. Al final siempre sale el sol. Julia (Luces Velásquez) decide darle el 25% de la herecia de Octavio a Gaviota.
Más vale tarde que nunca. Lucía (Carmen Villalobos) baja la cabeza y va a buscar a Sebastián (William Levy) para pedirle perdón por sus malos actos. A pesar de todas las adversidades que vivieron, llegó el día más soñado. Gaviota (Laura Londoño) y Sebastián dan el sí en el altar y se prometen amor eterno .¡Qué viva el amor! ¡Los sueños se hacen realidad! Gaviota recoge los frutos que sembró por tanto tiempo y se gana un premio a mejor cosecha de su cooperativa 'Rojo Café'.
