General invencible, Álvaro Obregón fue un brillante táctico militar con una memoria fotográfica, un sibarita, diestro y pragmático pensador, y cruel e implacable enemigo. Su rebelión contra el gobierno de Carranza sería el último levantamiento exitoso de la Revolución. Como casi todos los grandes líderes de la época, tendría una muerte violenta cuando estaba a punto de iniciar un inaudito segundo periodo presidencial.