Bilardo atraviesa sus años más intensos, de la consagración en México 86 hasta el final épico e irónico de Italia 90. El hombre obsesionado con ganar se convierte en leyenda después de una derrota que le dolerá toda la vida.
After a successful run in Mexico, Bilardo immediately sets his sights on the next World Cup, pushing both his players – and his family – to the limit.