Después de 17 años en el Ejército de Estados Unidos, la mayor Kara Corcoran, de 39 años, se preparaba para graduarse en un programa de liderazgo militar de élite. Pero hubo una complicación. Dos días antes de la ceremonia, le comunicaron a Corcoran que tendría que cumplir con las normas masculinas, lo que significaba llevar uniforme masculino y cortarse el largo cabello rubio que se había dejado crecer desde que, en 2018, le notificó al Ejército que se identificaba como mujer. En sus primeras semanas en el cargo, el presidente Trump cumplió su promesa de campaña de arremeter contra la identidad transgénero. En una orden ejecutiva, declaró que "expresar una identidad de género falsa, divergente del sexo de una persona, no puede satisfacer los rigurosos estándares del servicio militar". El Departamento de Defensa prosiguió a aplicar una política para excluir a las personas transgénero del servicio.