Europa ha comenzado una nueva carrera armamentística. Se trata de un cambio estratégico histórico para un continente que durante los últimos 80 años ha dependido en buena parte de EE.UU. para defenderse. Este giro de Europa es una reacción al nuevo rumbo que ha tomado la política estadounidense con Donald Trump y la influencia que esto está teniendo en la guerra entre Rusia y Ucrania.