Carlos vive el momento más intenso de su búsqueda al encontrarse con el Faier, pero él es rudo y determinante. Adela no imagina lo que está por saber del culpable de la muerte de su hermano.
Adela está destrozada, no puede olvidar su venganza a pesar de sentirse perdidamente enamorada de Carlos. Él no cree que su hijo sea un asesino y se propone ayudarlo para salir de la cárcel.
Carlos no está dispuesto a permitir que Adela se vaya, trata de detenerla para demostrar el gran amor que siente por ella. Felicia quiere apartar a la pandillera de su camino al costo que sea.
Los celos de Felicia desatan la desconfianza de Carlos, pero Adela se defiende y revela sus secretos. La pandillera enfrenta otra amenaza, debe salvar la vida de Luis en medio de los disparos.
Carlos le perdona a Adela todas sus mentiras y le hace un juramento. Transcurren las semanas y Felicia busca la aceptación y la complicidad de Luis para acercarse nuevamente al jardinero.
El Faier llega al extremo de la maldad para lograr que Adela regrese, el peligro es inminente. Al mismo tiempo que Greicy le da una noticia que lo desconcierta y de la cual queda excluido.
Los pandilleros están atentos a la llegada de Adela, ella llega al hospital para rescatar a su madre, pero las cosas empeoran. El Colmillo no da tregua para vengar la muerte de su hija.
Carlos se emociona por un encuentro fortuito, al mismo tiempo que no puede creer la repentina noticia que recibe de su hijo. Adela está acorralada, ella toma la decisión más arriesgada.
Es un día decisivo para el Faier, su suerte depende de la evaluación en la cárcel, pero debe estar alerta ya que Colmillo le envía un agresivo mensaje. La madre de Adela recibe un diagnóstico.
Carlos no puede controlar su deseo de ver a Adela, aunque el rencor de su madre lo cambia todo. Las palabras de Greicy conmueven al Faier, pero con su despedida se arriesga a que la descubran.