Clara ha descubierto a casi todos los que están implicados en la trama: Urbieta, Rufo, el abogado Estrada, el peligroso iraní Javed Ahmadi… Ya no confía en nadie de su comisaría y decide contárselo a Velarde. Sus peores sospechas se confirman: la sureste está podrida y el propio Romero podría estar implicado. La noticia rompe a Clara que decide abandonar para siempre la policía. Gema vuelve a caer en la droga y se acuesta con un camello por una dosis.