Francisca se encontraba insatisfecha con su vida y su sobrepeso. Además, estaba cansada de su marido y de sus hijos. Después de encontrar distintos amantes por internet, envenenó tanto a su esposo como a sus hijos con sedantes, y casi se salió con la suya. Un niño sobrevivió y pronto quedó expuesta. Fue una suerte para los muchos amantes que durante años se habían correspondido con “La Fogosa”, como ella misma se llamaba al internet.