Una mirada retrospectiva a la génesis de esta famosa línea de fortificaciones, considerada como una hazaña técnica, pero que se convirtió en el símbolo de la derrota francesa en 1940. Erigidos en Francia tras la Primera Guerra Mundial, con fines defensivos, los búnkeres de la línea Maginot se extendían a lo largo de más de 700 kilómetros.