Protagonizada por Cécile, una adolescente de espíritu libre y manipuladora, la primera novela de Françoise Sagan, "Buenos días, tristeza" ("Bonjour tristesse"), sacudió la moral de la época y dio voz a la juventud. Publicada en 1954, la obra anunciaba la liberación sexual, el cuestionamiento del modelo familiar y la emancipación femenina: reivindicaciones que estallarían con mayo de 1968.